No siempre es fácil contar un suceso, y no siempre sabes cual es la forma correcta. Cómo cuentas que han muerto dos personas en un accidente de tráfico, o cómo explicas que se ha suicidado un hombre. A veces el sensacionalismo vence en un pulso a la información. Y es que hay muchos periodistas sin escrúpulos que venden la emoción de una muerte.
El pasado 24 de noviembre en la Universidad Miguel Hernández de Elche, Alfonso Armada mostraba su oposición a estos periodistas que caen en el sensacionalismo y no muestran humanidad a la hora de informar sobre una desgracia. Armada compartió con todos los asistentes su vivencia en primera persona del atentado del 11-S, y las dudas que se le planteaban. Él sabía que tenía que contarlo, pero ¿cómo? Cómo hacerlo sin involucrarse, sin que surjan sentimientos. Cómo hacerlo desde fuera habiéndolo vivido. Con sangre fría y delicadeza.
Por otro lado en la charla no era posible no nombrar a Ryszard Kapuscinski, y así alegó, “Habíamos convertido a Kapuscinski en un mito, y ahora lo hemos humanizado”. Ya que tras su admiración, también objetivamente dijo que Kapuscinski era un hombre que se dejó vencer por los medios.
En la ponencia fue inevitable que nombraran a la periodista Samanta Villar, cuando Armada dijo “Cuando el periodista se convierte en protagonista de una historia, en el personaje principal, es que algo está mal”. Aclaró que no es que sea incorrecto, solo que no le gustaba.
Celia Ruiz