PR1201010/GRUPO 29
El futuro del periodismo parece estar online. Cada vez más, los diarios convencionales destinan una mayor parte de sus presupuestos a mejorar sus servicios en la red. Las nuevas tecnologías aceleran el proceso de información, donde cobran especial relevancia las aportaciones ciudadanas. Colaboraciones constantes: lo que ocurre cuando ocurre.
El auge de las ediciones online responde a la necesidad derivada del cambio social, que exige información instantánea, directa y de fácil acceso. Así como el menor coste que implica crear una edición en Internet, por el ahorro en papel, distribución, imprenta, etc. A propósito, Rosental C. Alves, catedrático de periodismo digital en la Universidad de Texas, advierte que “el futuro de un periódico depende de la velocidad a la que se adapte al mundo online”. La desaparición de los medios tradicionales en formato papel no implica necesariamente la desaparición del periodismo. La constante evolución a la que está sometido el periodismo hace que se reinvente.
La publicidad, el eje real sobre el que gira el mundo del periodismo, escoge adaptarse: los anunciantes ven el futuro en los sitios Web.
Los consumidores de información han descubierto una retroalimentación con el medio, la posibilidad de comunicarse con los periodistas y que éstos puedan responderles a mensajes o comentarios. Expresar la opinión propia nunca fue una opción en un periódico entendido como concepto clásico. Sobre ello versa “El futuro del periodismo”, una videogalería de El País donde, en seis vídeos, algunos de los gurús de la comunicación actual y gente influyente en la información por Internet ofrecen su visión sobre el futuro del periodismo y la adaptación a los formatos digitales.
Nuevas necesidades, nuevos formatos
Las exigencias de la sociedad actual, consumidora compulsiva de información, requieren la creación de unos soportes a la altura de sus expectativas. Twitter, red social por excelencia, ha conseguido “dotar de inteligencia humana” los métodos de búsqueda implantados por Google. Así lo cree Alan Rusbridger, director de The Guardian. Afirma que Twitter, utilizado con fines periodísticos, y desde dispositivos como el iPad, pueden suponer una revolución en Internet. En ese sentido, la opinión de otra de las voces autorizadas en el mundo de la comunicación es diametralmente opuesta: Jeff Jarvis, reconocido bloguero y profesor de periodismo, asegura en su aparición que vivimos rodeados de aparatos tecnológicos innecesarios. La velocidad de la información es creciente pero una excesiva acumulación de tecnología no siempre ayuda. En ocasiones crea dependencia, una obsesión desmesurada por estar permanentemente en contacto con los medios y las redes sociales.
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La revolución Huffington
Un medio independiente ha irrumpido en el mundo de la información online. The Huffington Post es un sitio web de información que combina las cualidades y formación de periodistas profesionales con las aportaciones de ciudadanos anónimos. En poco tiempo ha pasado a ser la segunda web de información más visitada, sólo por detrás del mítico New York Times. Para darle a los consumidores lo que quieren, los propios consumidores deben ser en ocasiones productores de información. La creación de Arianna Huffington ha encontrado el término medio en que confluyen los intereses reales del público y la información contrastada revisada por periodistas. Es un periodismo callejero, que engancha a la gente, historias en las que se ven reflejados y de las que saben que pueden participar.